Secundaria, te odio.

Ah no.
No puedo creer que en un día y cinco horas y media voy a estar como una idiota. Sentada en un curso donde la mitad de la gente no la conozco o me cae mal. La otra mitad está piola, pero bueno. En un curso donde voy a estar atada seis horas por día. Donde voy a estar alejada de la vida. "Estudiando" cosas que no me interesan en lo más mínimo. En el colegio. Me deprime tanto la idea de imaginarme ahí, sentada, aburrida, sin crédito, teniendo que prestar atención. Estar en una cárcel, que me hizo conocer gente, sí, pero ya está. Cómo odio el colegio. Me produce arcadas. No soporto la idea. Es increíble. Aparte, cinco días de la semana metidos ahí seis horas son treinta horas semanales. Estás más metido ahí que haciendo cosas productivas. Okey, ya sé, en las vacaciones dormí hasta las doce del mediodía. Pero bueno, si durante todo el año me tengo que levantar a las seis de la mañana. Me acuesto a las dos, tres. Duermo tres horas por día loco, no me vengas a joder. Colegio, no te imaginás cómo espero que el 2012 seas una de las cosas que desaparezca. Y no por mí, porque ya voy a haber egresado, si no porque no entiendo por qué toda la gente tiene que sufrir. Podrían hacer un colegio mucho más divertido y útil donde realmente enseñen. Donde aprendas. No que veas un poco de cada y no te acuerdes nada. Que porquería.
Dos Mil Once, te espero con ansias.
Chau.