es una línea tan fina lo que divide gustar-amor-obsesión que uno puede cruzarla sin darse cuenta. Yo nunca sé distinguir dónde estoy, supongo que enamorada no estuve nunca porque se me revolucionarían las hormonas y se me notaría, así que la descarto. Pero la obsesión es algo tan peligroso, tan fácil de entrar, y tan, tan dificil de salir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario