que la alegría no supo consolar,
dejá que lloren tus ojos corazón,
que tu tristeza es el Sol de mi ciudad.
Y esta violencia, regalo de mi papá...
Me está doliendo mucho, cada día más.
A veces no te entiendo, no sé cómo hacés, cómo tenés esa facilidad de hacerme sonreír y de hacerme llorar desconsoladamente. No puedo explicarte la manera en la que me duele el alma cuando te portás así, se supone que deberías cuidarme y quererme. A veces dudo si realmente me querés, si te significo algo o si simplemente soy un esperma que funcionó.
A veces me hacés tanto mal.
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