20100615

Hola queridísimo mundo.
He venido hasta aquí a agradecerle a cada ser desconocido que habita este gran universo. En estos diecisiete años de vida pasé tantas cosas y aún así, siguen siendo demasiado pocas para las que, quizás, podría haber pasado. Si tuviera que pararme a agradecer a cada persona que me sacó una sonrisa, no me alcanzarían ni 100 vidas. ¿Por qué? Porque quizás, alguna vez, caminando por la calle pasó alguien, sonrió y esa sonrisa se transmitió. Me la transmitió a mí y a otras personas. Y así. Así se transmite la alegría en el mundo. Pero no siempre fue así, no para mí. Tuve años lindos, y años feos. Años en los que crecí, en los que lloré, en los que quise, en los que odié. Pero siempre es así la vida. Son distintas etapas que uno va pasando. Este mundo te enseña a sobrevivir. Todo está estipulado para que vos aprendas a sobrevivir. Para que corras de acá para allá sin ninguna razón. Para que te acostumbres a los ruidos, a los gritos, a las peleas callejeras, a las peleas domésticas. Son cosas que hacen a la sociedad. Yo opino, que si todos se unieran mundialmente, cosa que sería muy difícil pero no imposible, podría lograrse vivir y dejar de sobrevivir. Vivir con total naturalidad y paz, sin que el mundo sea un caos. Si se lograron tantas cosas malas, tantas guerras, tanto, tanto daño se logró hacer, con tan pocas personas. ¿Por qué no podría unirse el mundo para hacer sólo una cosa buena? No estaría nada mal.
En estos diecisiete años de vida. Debo decir, que yo trate de vivir. Trate de ir en contra de lo que la sociedad hace. No de manera rebelde, simplemente, tratando de ser feliz y estar bien.
Creo que por momentos lo logré. Creo que todos podríamos lograrlo.
Gracias a cada persona que habita este mundo, simplemente, por habitarlo y hacer algo de él y para él.

No hay comentarios: